Durante estas fechas la televisión y medios de comunicación en general se llenan de retrospectivas y rankings de los mejores...(lo que sea). En uno de estros programas he visto un par de veces un tributo a Amy Winehouse, ¡y lo volvería a ver otra vez! Enfin, ha sido la gran pérdida musical de este año. Canto sus canciones casi a diario, así que hace unos meses, poco después de conocer la noticia, escribí un pequeño artículo/tributo/no-sé-qué sobre ella y todo lo que para mí significaba. Aquí lo dejo.
Martes, 9 de agosto, 2011
Hace poco menos de un mes desde que supimos que Amy Winehouse se había ido. La noticia, inesperadamente esperada, conmocionó al mundo entero. Son muchos los homenajes y recordatorios e imágenes que la prensa del mundo entero nos ha dejado ver estos últimos días, en muchas ocasiones, embadurnados de sensacionalismo y morbo. Pero frente a esto, queda el recuerdo que tienen de ella millones de fans en todo el mundo, millones de personas que ven en Amy Winehouse mucho más de lo que nos muestran los medios de comunicación.
Su vida, como ella, ha sido un misterio, cuyo mejor reflejo es el legado que nos ha dejado: su música, una ventana abierta a su persona, historias profundas y conflictivas, que reflejadas en un pentagrama, hacían de estas historias una magistral composición con su voz como principal atractivo. Sensual y amarga, como una copa de whisky, con tintes negros aterciopelados, gatuna como ella sola, única, así era la voz de Amy.
Sus éxitos son los que mejor la definen. Sus temas, escritos desde lo más profundo de su corazón, nos dicen cual era el foco de su personalidad tormentosa: Amy era un alma rota y solitaria, en busca de alguien que pudiera darle algo más allá de la fama y el dinero. ¿Quién sabe si encontraría a ese alguien? ¿O si ese alguien era la persona idónea? Cuando esta situación se complica y le hace caer en depresión, decide coger su corazón y pasarlo por la batidora.
El resultado es un cóctail del que todo el mundo disfruta desde 2003, el año en el que Frank, su primer disco, salió a la luz. Una mezcla de soul, jazz y su voz (que fue comparada con las voces de Sarah Vaughan y Macy Gray, entre otras) crearon el estilo de Amy Winehouse, que no solo se aplicaba a la música, pues todo el mundo la reconoce en cuanto la ve: su peinado beehive y su estilo neo-pin up hicieron de ella también en un referente para la moda, convirtiéndose en inspiración para diseñadores como Karl Lagerfeld. A este disco pertenece Stronger than me, su primer sigle, la canción con la que demostraría que no iba a ser una más.
En 2006 volvimos a probar el cóctail Winehouse con la salida de Back to Black, su segundo disco. Encontramos en este temas mucho más profundos como su primer single Back to Black, el entierro de su corazón, o You Know That I'm No Good, que retrata escenas que posiblemente ella misma haya vivido, temas autobiográficos, al igual que el polémico Rehab.
Su carrera ha sido breve, pero intensa. Yo me quedo con sus letras. Es absurdo negar que Amy Winehouse tenía problemas, pero ya sabíamos que "no era buena". Para Amy "la vida es como un tubo" y ella "el penique que da vueltas dentro mientras rueda", víctima de algo que la sobrepasa.
Ella es Amy Winehouse, y ha dejado huella en la historia. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Yo espero que con mis breves palabras, haya creado una imagen de Amy diferente a la que estamos acostumbrada a ver en los medios, sino una imagen que no es más que la que millones de fans tienen en su corazón de la diva del soul de estos tiempos.
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