lunes, 23 de marzo de 2015

Office Kit: supervivencia en la oficina

¡Hola de nuevo, mundo!

Como algunos ya sabréis, comencé este curso realizando mi período de prácticas curriculares para mi carrera de traducción, en la oficina de traductores de la inmobiliaria Rimontgo (Valencia), una experiencia que llevaba deseando cumplir desde que empecé la carrera, ya que una de las cosas más emocionantes es saber realmente cómo es ejercer la profesión.

La verdad es que en mi caso fue una experiencia muy interesante ya que compartía sala con compañeros de varias nacionalidades y, aunque cada uno realizaba sus traducciones individuamlente, todos nos ayudábamos en cuanto surgía un problema terminológico, y muchas veces nuestras dudas eran comunes.

Por otra parte, el ambiente de la oficina puede hacerte sentir un poco mustia, ya que la luz no siempre es la indicada, la vista se cansa de estar frente al ordenador muchas horas y, aunque teníamos un aparato de calefacción, parecía que nunca nos podíamos aclimatar del todo, lo que suele pasar: el que tiene el aire frente a él, se muere de calor; el que está al otro lado, no le llega. La Ley de Murphy.

Por ello, y más o menos después de terminar mi primer mes de prácticas, me hice con una pequeña bolsita de aseo de unos 20 x 5 x 5 cm (de las pequeñas del Primark) para tener a mano lo que terminé llamando el Office Kit. Esto no es nada más y nada menos que una pequeña lista de cosas que durante este primer mes, eché de menos en varios momentos después de estar unas cinco horas diarias frente al ordenador. Lo comparto hoy aquí con vosotr@s:

El Office Kit consta de:

Pinza para el pelo
 



De las medianas u horquillas, porque unos días llevaba el pelo recogido y otros días coleta, pero al final, el tener los pelos a la cara solamente contribuía a que la vista se me cansase más y el día que no tenía nada para retirármelo me ponía histérica o terminaba haciendo lo que podía, recogiéndome el pelo con un boli, lápiz o lo primero que pillara. Por lo tanto, la pinza era un must.



Gamuza para las gafas

Y es que nunca, NUNCA llevaba lentillas para ir a la oficina y tampoco las llevo para ir a clase a la uni. Las gafas tienen que limpiarse con una gamuza especial para ello. Además, por la misma razón que el pelo a la cara, cualquier cosa que impida que veas de forma clara, termina por cansar la vista mucho más, y que no se puede ir por la vida con las gafas llenas de... 

Lágrima artificial o suero fisiológico



Esta es la segunda parte: estar tanto tiempo delante de una pantalla reseca mucho la mirada (por lo que no creo que sea cómodo para nada llevar las lentillas). Cuando parece que tienes los ojos de madera, unas gotitas de suero fisiológico y como si acabaras de llegar de buena mañana. Realmente, fue una buena idea llevarlo.





Crema de manos

Aparte de los ojos, si el ambiente también es seco debido al aire acondicionado o la calefacción, las manos, que utilizamos para escribir y que pasan mucho tiempo en tensión, se notan resecas y pueden llegar a picar un poco. Es recomendable llevar un pequeño bote de crema de manos. Para la oficina y para prácticamente cualquier cosa. Las manos, las grandes olvidadas...




Agua micelar y crema hidratante facial
En mi caso, no solía ir maquillada a la oficina o la universidad (aprovecho que mi piel aún está lozana) y la verdad es que mi piel es un poco grasa y sensible. Cuando notaba que estaba un poco aceitosa (en esos momentos que además, parece que las letras de la pantalla las ves dobles) solía pasar un disco con un poco de agua micelar para quitar el exceso de grasa y aplicaba después una crema hidratante ligera. Para las que llevéis BB cream, podéis cambiar la crema hidratante por la BB cream que utilicéis, y si lleváis maquillaje, os recomiendo que utilicéis los papelillos antibrillos.



Bálsamo labial


Con color o sin color, pero igual que hidrataba mis manos y mi cara, los labios también necesitan una buena dosis de hidratación. Sin querer, cuando escribo o me concentro en alguna cosa, empiezo a morderme los labios y a hacer cosas raras... cuando me quiero dar cuenta, empiezan a tirar y a escocer. En realidad, este ya lo llevaba de antes... ;)





Básicamente, eso es todo. Como podéis ver, es casi una farmacia portátil más que un kit de belleza... Y puede parecer una tontería, pero cuando llega el momento tod@s decimos: "Aaaah... y si me lo hubiera echado...". Ya me contaréis si lo habéis utilizado, y si habéis incorporado algo más...

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